DOS Y DOS SON CUATRO (6)
- Pobrecito, míralo, con la cara de bueno que tiene.....
Mierda! me he quedado dormido en los butacones, ¿qué hora es? menos mal que no se me han sentado encima, mamá ayer montó una llorera de escándalo, no esperaba que estuviera todavía aquí cuando llegué, a Eva le costó Dios y ayuda llevársela a casa, no había forma de que se separara del escaparate, lo han llenado de flores ¡Y me han maquillado!!! al menos han terminado de afeitarme que me quedé a medias.
Hoy no pienso volver a mirar, ya tuve bastante ayer, además esto promete, ha venido la tía Antonia con mamá y por ahí vienen también Eva y Elisa, no se que habrán hecho con los críos, vienen armadas de periódicos y galletas, veo que a Eva no se le ha olvidado la paliza del entierro de papá, y eso que a él lo enterraron al día siguiente, ¡Dios! han hecho hasta recordatorios! y anda que no es hortera la oracioncita ni nada! pero si Elisa sabe que soy ateo total! esto tiene que ser cosa de mamá.
Voy a tener que irme a dar una vuelta, esto es aburridísimo, ni siquiera hablan de mi, ha venido medio pueblo y toda la oficina, las abuelas han organizado una tertulia al fondo con las pastas y han repasado la genealogía de todo el pueblo, la pobre Elisa tiene cara de querer estar en cualquier otro sitio, no me extraña, no conoce a casi nadie
Qué guapa está de negro la condenada!
Por cierto, en el nicho familiar ha aparecido un cuerpo que nadie sabe de quién es, creen que es el hijo pequeño de una prima de mi padre que murió al nacer ¿qué hacía allí? este es el tipo de cosas de las que siempre se encargaba papá, mamá es un desastre y Eva y yo nunca nos hemos enterado de nada.
Luis ha venido, todo de negro, muy compungido, y ha mandado una corona enorme en nombre de la empresa, al final ha pillado a Elisa y se la ha llevado a la cafetería, anda todo preocupado porque no encuentra las especificaciones del sistema que controla la bajada de pilones en el nuevo proyecto, ni las va a encontrar, me las llevé a casa porque daban fallos y están en algún bolsillo de mi traje, como no se ve nada en el ataud no se si lo llevo puesto o me lo han quitado así que no se por dónde anda el maldito usb con todos los datos, y de mi cabeza no creo que puedan recuperarlos, menudo lío se le ha montado, seguro que ahora lamenta no haberme puesto el ayudante que le pedí doscientas veces.
Esto de asistir al funeral de uno mismo no está resultando tan divertido como parecía, al menos he estado haciendo pruebas de teletransportación, no es que se me de muy bien pero puedo hacerlo, aunque pasar de la segunda planta al jardín ha sido terrorífico, no me acordaba el miedo que me dan las montañas rusas, no creo que lo vuelva a hacer, aunque cualquier cosa es mejor que chocarte con alguien y quedarte enredado con sus tripas.
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