26.4.06

MI AMIGA ANA

Tengo una amiga, bueno, tengo más de una, pero hoy os voy a contar la historia de.... digamos Ana, (La historia es real, el nombre no tanto)

A Ana la conozco de toda la vida, no tengo recuerdos infantiles en los que no salga ella, nos hemos llevado, bien, mal, peor y fenomenal, vamos, como hermanas.

La historia empieza cuando Ana tenía unos 17 años y dijo que quería estudiar Medicina.
Supongo que en su casa ya lo habría dicho porque se supone que era lo que "siempre" quiso estudiar, y eso que entonces no veíamos House ni siquiera Médico de familia, pero ella quería vestir bata blanca

Reconozco que nos cachondeamos, la nota de selectividad no le daba ni por asomo y su cerebro tampoco, no le hicimos ni el más mínimo caso. Pero sus padres si se lo hicieron.

Repitió Selectividad perdiendo un año, y consiguió entrar en medicina en una ciudad de provincias que pedían menos nota, aguantó lejos de su mamá hasta navidades que volvió a casa o se la trajo su mamá que tampoco aguantaba sin su niña así que perdió otro año,

Trasladó el expediente a la facultad de al lado de casa y allí fué perdiendo un año detrás de otro, aprobando alguna asignatura y suspendiendo muchas.

Mientras tanto, las "listas" del grupo fuimos acabando o dejando colgadas ingenierías, económicas, derechos y otras carreras que elegimos equilibrando nuestro cerebro con las ambiciones paternas, empezamos a trabajar, nos independizamos, nos casamos y arrejuntamos, tuvimos niños, a alguna hasta le ha dado tiempo de divorciarse y volver a la casilla de salida.

Y mietras tanto ella seguía en la facultad, la eterna estudiante, la tonta.

Y de repente, cuando nadie le preguntaba ya por sus estudios con ese punto de condescendencia con el que no se indagan las desgracias evidentes, y más cerca de los cuarenta que de los treinta, va mi amiga Ana y se descuelga con que empieza el MIR de neuroalgo, a mí, a la lista, no me entra ni el nombre de la especialidad.

Me he alegrado un montón, por mi amiga, por sus padres que la han apoyado, por su familia que por fin tiene la joya por la que tanto han luchado y sobre todo por mi, por recibir la prueba de que todo es posible, solo hay que desearlo con fuerza y luchar por ello. No se trata de tener inteligencia, o belleza, o dones naturales, es voluntad y esfuerzo

Olé por ti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ole, ole, ole! Y por ti por haber sabido reconocerselo.

Un beso