SUPONGO QUE ME ABURRO

Para compensar los excesos navideños y mientras el gajito tiene vacaciones de guarde he decidido venir al curro andando, son tres cuartos de hora de paseíto a buen ritmo lo cual es justo la dosis adecuada (a la ida, la vuelta muerta de hambre ya veremos)

Así que he venido con mis cascos, relajadita y disfrutando de un día magnífico, diez graditos, sol y ni miaja de aire, hasta cruzar el río siberiano es un placer.

Lo malo es que después de esa sobredosis de aire libre ahora estoy encerrada en un despacho, sola, aburrida y con poco trabajo, lo justo para no hacerlo y tener remordimientos.

Así que me he dedicado a la contemplación, he descubierto que los tejados están llenos de cosas interesantes.

Hay unos obreros jugándose la vida sin ningún inspector de seguridad cerca, dan un vértigo que no veais.

Hay montañas de palomas supliendo la falta de nieve.

Y sobre todo, hay gatos, muchos gatos,
interesantísimos,
suben, bajan, cazan palomas, saltan, maúllan, me miran, pasan de mi, se acurrucan, dormitan al sol, rascan las tejas, se dan otro paseo.......

yo quiero ser gato, al menos un ratito, exactamente hasta que den las dos.
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PD. Menuda mierda de post inicio de año, como esto siga así voy a perder lectores.