24.11.07

ATAJOS

En mi ciudad el invierno llega de golpe, nada de gilipolleces de otoño, ni entretiempo, ni chaquetita de manga corta, en mi ciudad un día amanece con catorce grados y de repente, sin previo aviso a las diez de la noche ha caído a menos dos.

Mira que lo se, que hace treinta y siete años que lo sufro y nada, todos los años me pilla de sorpresa como si fuera una Erasmus despistada.

El caso es que este año el fatídico día H <"ielo"> me pilló en moto.

joder!! que frío!!

volvía hacia casa con los mocos en modo estalactita y las piernas escarchadas cuando decidí acortar el camino para poder comprobar si se me caían los dedos congelados al quitarme los mierda guantes de lanita que llevaba puestos o solo estaban congelados y tenía que acudir al hospital a que me los amputaran antes de que la gangrena subiera por el brazo y llegara hasta el corazón dejando al gajito huérfano en medio de la ola de frío siberiano.

pues eso, que decidí acortar, nadie a la derecha, nadie a la izquierda, toda la avenida para mi solita, todos los peatones y los conductores en sus casas con el culo pegado a la estufa como debe ser a doce bajo cero y ni corta ni perezosa enfilo la moto por encima de un paso de cebra en rojo y atravesando la mediana.

Recordad, NADIE a la derecha, NADIE a la izquierda.

Me bajo de la moto para cubrir civilizadamente por la acera los diez metros que me separan de la puerta del garaje encantada de la vida de haberme ahorrado el kilómetro y medio gélido que me toca hacer para recorrer legalmente ida y vuelta la susodicha avenida cuando de repente...... si, ya lo sabéis no?

justo, un coche de la poli se materializó a mi derecha.

mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda.

el único día que hago una gamberrada y me pillan.

en esos tres segundos que pasaron entre que los vislumbré por el rabillo del ojo y que me hicieron parar pasó mi vida ante mí, o al menos mis posibilidades.

1. lo niego, juro que no han visto bien, que no era yo y que yo acabo de aparecer de la nada reyectada de un ovni al que fuí abducida cuando aún hacía calor. -Absurdo, no voy a hacer mas que cabrearlos más.

2. hablo en alemán y los miro con cara de alucinada haciéndome la guiri. -No cuela, en cuanto me miren el DNI y el carnet de conducir saben que soy nativa y si no les doy papeles acabo en comisaría sin calefacción.

3. me subo a la moto y me doy a la huída. -Peligroso, aquí no disparan pero te toman la matrícula y seguro que a la larga es peor.

4. lloro y les pido por favor que no me multen que hace mucho frío.

lloré.

y les dije que soy buena, que no lo hago nunca, que tenían toda la razón del mundo, que eran muy buenos y muy rubios y sabían mucho de eso y muy listos y que humildemente me ponía a su disposición para lo que fuera necesario, matizo, lo que sea que se pueda hacer sin quitarse el chaquetón, incluso para pagar la multa. pero rápido, que se me iban a caer los mocos-estalactitas y seguro que atravesaban las sandalias de verano y que mi hijo me estaba esperando llorando ansioso que lo podía oir a través del muro y mi pobre corazón de madre no podía con la incertidumbre de saber si ya estaba congelado o solo muriendo de hambre desesperado por la falta de su madre amantísima retenida por una tontería de atajo en moto

ahí ya me pararon, me pidieron TODOS los papeles del mundo, llamaron por teléfono vete tu a saber a quién, me mantuvieron en la angustia unos diez minutos e t e r n o s y me echaron la bronca en plan paternal.

pero no me multaron. todavía no me lo creo.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí esa gente de uniforme me da miedito...
Yo también hubiera llorado, jeje.
Besos!!

Anónimo dijo...

Yo una vez les lloré, bueno ya venía llorando y con los ojos cómo botijos, por eso me salté un semáforo, y también me valió... era sólo un semáforo para que pasaran peatones circuntanciales y en esos momentos no había nadie en 1 Km de diametro, nadie más que los motoristas y yo, que igualmente aparecieron de la nada ¿tendrán superpoderes?

Buenos policias, simplemente.

GUANDARRRR dijo...

¿Que no multaron a una madre llorosa con mocos congelados cual carámbanos en la nariz hablando de su hijo amantísimo??

Hijos de!
Si es que... qué país, qué país. Blandengues.

Straja dijo...

Si es que tienen una facilidad para aparecer en cualquier lado...eso sí, menos cuando realmente hacen falta, ahí si que no aparecen ni llamándoles.

Bueno, al final sólo quedó en un susto.

Saludos

Pimkie dijo...

Es curioso cómo esa tecnica de niña buena nos funciona bastante a menudo con los agentes de la ley... sobre todo si son hombres. Con lAs agentas de la ley no suele surtir el mismo efecto... Lástima.

Anta dijo...

Pues a mi no me ha funcionado la técnica del lloriqueo, debo depurarla más.
Menos mal que un conocido tiene contactos y las dos últimas multas he conseguido que simplemente se volatilicen.

Anónimo dijo...

Jajaja es una putada pero lo has contado de tal forma que me parto xDDD ¡qué suerte has tenido maja!

Jorge dijo...

Mi hermana se cargó hace tres dias el poste de una acera. Bueno... se cargó el poste, y el radiador, el radiador del aire acondicionado, y quedó tocado el inter cooler. Cuando se acercó el policia, y le preguntó malhumorado: Donde estaba usted mirando señorita? Mi hermana admirando su uniforme le respondio con ojos lascivos... a usted agente... le miraba a usted.
...
Continue señorita... continue...

Solo tuvo que pagar la fianza del seguro.

Blackberry dijo...

Jope. A mí tampoco me ha funcionado nunca ni lo de las lágrimas, ni lo del ligoteo.
Pero en fin, cosas como esta sirven para darse cuenta de que los polis, aunque no lo parezca, también tienen su corazoncito... y son susceptibles de ser "ablandados"!! Ju, ju, ju... la próxima vez lo conseguiré!!

Tamaruca dijo...

Ostras, a ellos sí que los esconden en ovnis y los materializan a la más mínima falta. A mí me ocurrió casi excatamente lo mismo con la ligera variante de que, el trayecto era muy corto, y decidí llevar a mi hermana al cole (total, es medio minuto, una calle tranquilísima que pasan 3 coches en 1 hora) así que ella se puso mi casco y yo iba con la melena al viento. ZAS!

Sí, también lloré.

Y no, no me multaron, jijiji!