10.2.09

GRAN TENTACIÓN

He tenido la primera Gran Tentación,
ya sabéis, ese momento a lo largo de una dieta en el que una situación, o una comida especialmente apetitosa se cruza en tu camino y tanto tu corazón como los de alrededor se confabulan en ese "total, por un bocadito no pasa nada...." "es solo hoy..." y todo eso.
En concreto la Gran Tentación ha venido en forma de dos pastelitos capuchina que mi ex me ha traído para celebrar su cumpleaños sabedor de que son los dulces que más me gustan en el mundo mundial.
Dos. Eran dos.
tan jugosos..... tan dulces.... tan perfectos....
y encima no podía hacer nada con ellos, a él no le gustan, su madre es diabética, el gajito es alérgico al huevo y tampoco era cuestión de llevarlos al curro porque de un día para otro se secan y ya no valen (además mi fuerza de voluntad tiene un límite)
así que........
han ido a la basura.
tal cual, con un par.
y es que soy perro viejo y se que no es "un bocadito", es "el PRIMER bocadito", la primera vez que te permites saltarte la dieta es como el primer cigarrillo para un exfumador, o la primera copa de un alcohólico, es eso, la primera.
Así que aquí sigo, fuerte, valiente y adelante con mi proyecto.
sniffffff.

37 comentarios:

marian dijo...

TE FELICITO!!!
Sabes, el otro día una chica planteó en el grupo al que concurro (todos gordos en vía de ser flacos) que se tentaba con las sobras q quedaban de su marido. Un compañero le espetó: tiralas a la basura!!! para que las guardas? Y yo salí a "defenderla", que bueno, que es difícil, que por eso estábamos así como estábamos y blablablabla.
Luego de la charla quedé pensando que eso y el hambre mundial y yo tirando comida y todo lo demás son EX CU SAS.
Hay que tener fuerza y voluntad para hacer ese gesto tan sencillo, y claridad mental, y no autoengaño y muchos "y"

Te felicito de corazón.

Fuerte y valiente. Continúa así.

El Gordo Cabrón dijo...

OH-DIOS-MIO

¿cómo puedes haber tirado dos pastelitos a la basura?

¿no te han enseñado que la comida no se tira a la basura?

El otro día me dijeron en el cole que pillaron a mi hija de 3 años tirando el bocata a la basura y le pegué un broncón que aún se acuerda.

muy mal muy mal.

además de que a nadie le amarga un dulce.

memeces a parte aplaudo tu determinación, aunque yo prefiero comerme los pastelitos que me han regalado y luego, si acaso, no cenar. así ahorro. :P

siempreadieta dijo...

Así se hace, sí señora, a ver si aprendo de tu férrea fuerza de voluntad!

Melora dijo...

Claro que sí, con un par.
Como dice mi médico
ANTES A LA BASURA
QUE A LA CINTURA

Mil besos

PRIMAVERITIS dijo...

Esto..... confieso que sigo llorando, me acuerdo de los pobrecitos, ahí, solitos en la basura......
sniffffff

Anónimo dijo...

Soberana tontería el tener q tirar pasteles a la basura. Primero: no sé como no te da verguenza tirar comida. Es indignante. Y segundo: q vida más triste si no te puedes comer un pastel de vez en cuando

PRIMAVERITIS dijo...

ya sabía que alguien iba a salir con la manía católica de tragar todo lo que uno encuentre por el camino, como si mis lorzas fueran a aprovechar a algún hambriento del tercer mundo.
no, si no me extraña que occidente esté lleno de gordos. borregos y gordos.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Aurelia. Soberana tontería tirar dos pasteles que son tus preferidos por una absurda dieta anti-glúcidos :S

Y luego el otro día la tía va y se infla como una cerda a cortezas jajaja

Creo que roza lo obsesivo. La comida no se tira. Todo sea por no hacer algo de esfuerzo físico jajaja

aliere dijo...

Pues a mí no me gusta nada la idea de tirar nada a la basura. Se los hubiera devuelto a quien te los ha regalado, que no en vano sabía que estabas a dieta y el problema debería ser suyo el de a quién dárselos, no tuyo.

Si eso no me funcionara porque la otra persona fuera especialmente persistente creo que aguantarían perfectamente de un día para otro como para poder quedar con cualquier amiga que no esté a dieta y tener con ella un detalle. O dárselos la vecina del quinto. A nadie le amarga un dulce, pero tirar comida... pues si puedo evitarlo no me gusta.

Y sí, tiene algo que ver lo que pude ver en algunos países en los que no se puede comer ni todo ni siempre que se quiera. ¿Que no iban a salvar a nadie dos pasteles? Pues claro, no digo eso. Sólo digo que a veces ciertas experiencias hacen que valores más las oportunidades que tienes y de las que otros carecen y seas, al menos, más agradecida. Pero bueno, será que soy una borrega, aunque menos gorda, que yo también sigo perdiendo peso de modo constante pero menos rápido.

PRIMAVERITIS dijo...

Bueno, quién no entienda la heroicidad y el simbolismo que supone tirar tus pasteles preferidos a la basura es que no tiene ni idea del esfuerzo que supone mantenerse en un peso "estandard" para los que tenemos un cuerpo diseñado para la opulencia.
y por cierto, por supuesto que pretendí que el interesado se los llevara, pero se negó, y esos pasteles de un día para otro se secan y no valen para nada.
al de las cortazas..... bah! evidentemente no se ha enterado de nada, ¿para que me leerá?

Anónimo dijo...

Si para ti es una heroicidad tirar comida a la basura....hija mia, q pocos problemas tienes en tu vida.
Antes de tirar unos pasteles q se secan existen mil opciones, simplemente sales a la calle te acercas a una puerta de la iglesia o algún sitio donde desgraciadamente hay gente pidiendo, te acercas con una sonrisa y le acercas el paquetito....la cara de agradecimiento q te devolvería sí q sería para estar contenta de tu acción.
Pensar en esa comida toda espachurrada tirada a la basura entre cantidad de porquería.....y lo cuentas orgullosa, pues nada, enhorabuena chiquilla.

Anónimo dijo...

Y si te leo o te dejo de leer es asunto mio. Tu escribes libremente un blog y yo libremente te puedo comentar. Comencé a leer tu blog y confieso q me gustaba bastante...antes de q te obsesionaras con las proteinas dichosas y todos tus post giren alrededor de ese tema. Oye, q es lo q más te preocupa ahora y lo q te da más safisfacción, lo puedo entender. Pero no crees q te estás obsesionando un poquitin. Y lo q me saca bastante de quicio es lo de q cuentes orgullosa para q te den palmaditas en la espada q tiras comida!!! no crees q te estás pasando un poquitin.
Te daría la enhorabuena por lograr mantener una dieta equilibrada después de una época de excesos, te daría la enhorabuena por conseguir no atiborrarte de chocolate comiéndote una tableta entera, te daría la enhorabuena si tuvieras fuerza de voluntad hacer ejercicio un par de veces por semana. Pero por tirar la comida....a mi me daría verguenza.
Espero q te centres un poquito, está muy bien querer adelgazar si te sobra peso, pero está mejor tener la mente y el cuerpo equilibrado y creo q a ti se te está llendo la balanza hacia un camino bastante peligroso. Date cuenta antes de q sea demasiado tarde porque corres el riesgo de pasar de un lado a otro : privación-atracón....privación-atracon..... y eso es un infierno

PRIMAVERITIS dijo...

:)
pos vale

Ana dijo...

Yo te voy a reñir también. ¡Pero que has hecho! Por que efectivamente son los mejores del mundo y mira que a mi no me gusta el azucar pero a pesar de ser super dulces ¡que buenos! la próxima llamame a mi, que yo no me resistiré, ni me haré la dura, no tengo fuerza de voluntad ante dos capuchinas, borrachos o chachepeau.
Por lo demás ¡ole tu fuerza de voluntad!

Aprendiendo... dijo...

Conflictos éticos a parte, queria llamar la atención sobre el hecho que los que te critican casi siempre son anónimos o bien no linkan ningún blog. Me parece, como mínimo, de cobarde... Qué fácil es meterse con los demás cuando sabes que no te la pueden devolver, eh??

aliere dijo...

Conflictos éticos aparte también, que provienen un poco por lo que te decía, por mis experiencias concretas en dos países donde falta de todo, me gustaría hacerte una pregunta. La mayoría de los régimenes insisten mucho en la importancia de beber agua, mucha agua, como si te duchas con la boca abierta. Me gustaría saber si ocurre lo mismo en la dieta que practicas, y si es así si eso te cuesta o te resulta sencillo.

A mí me acaban de prescribir beber muchísimo por otra razón que no tiene nada que ver con la dieta, pero es de las cosas que se me hace más cuesta arriba. Sobre todo en invierno no siento sed nunca, en mi casa no se bebe durante las comidas (algunos régimenes lo desaconsejan, pero sospecho que lo hacemos por costumbre) y desde que bebo una botella de litro y medio me siento más hinchada que nunca :(

P.D. Espero que no te molesten las críticas de los que sí enlazamos nuestro propio blog. Como dije desde el primer comentario que te hice a todo esto del régimen no es una dieta que yo haría, prefiero la mía, pero la sigo con interés y supongo que si nadie discrepara esto sería bastante más aburrido.

Gordipé dijo...

Pues eso, que lo malo de tener ls orejas siempre puestas es que se oye cada cosa... Prima, yo te aplaudo hasta con las orejas. Me gustaría ver por un agujerito a algunos píos cuando la abuelita del piso de arriba está siempre sola mientras ellos ven la tele, cuando llenan su piscina en verano o cuando se compran alegremente unaz zapatillas de 100 euros. Todos somos un poco responsables de todo pero mucho de un poco, de lo nuestro. Recuerda: "la caridad (y todo lo demás) empieza por una misma". Força!

aliere dijo...

Gordi, por lo que veo a ti te parece hipócrita que haya dicho que no me gusta tirar comida a menos que sea Teresa de Calcuta, no tenga bienes materiales, emplee todo mi tiempo en ayudar a los demás y viva en la miseria. A mí en cambio me parece una actitud mucho más cínica pensar que como no podemos cambiar el mundo mejor no hacemos ni la cosa más estúpida que sí está en nuestra mano.

Has utilizado además ejemplos que ilustran perfectamente la razón por la que yo (insisto, yo) no habría tirado esos pasteles a la basura. Has mencionado lo que se puede hacer por las personas que están cerca de nosotros y para mí cuando hablo de esos países no estoy pensando en los pobres niños africanos que ves con las barrigas hinchadas en el telediario. Es gente con nombre y apellidos, con la que viví, comí,trabajé, lloré y me pegué unas buenas jartadas a reír.

Así que sí, me parece heroico no sucumbir a la tentación de tu postre favorito, pero no encaja en mi ética personal aplaudir que se tire comida, aún sabiendo como dije antes que eso no va a salvar el mundo.

No lo hago por eso, pensando que mis lorzas, como bien dijo Primaveritis, van a alimentar a nadie. Lo hago porque hay por ahí un dicho que dice que cuando no se sabe no es pecado. Lo malo es que yo sí lo sé, y ví muchas cosas. Y por eso no tiro comida si puedo evitarlo, porque no me deja mi conciencia, que por cierto, es personal e intrasferible: no pretendía dar lecciones a nadie, sólo decir lo que yo hubiera hecho si alguien me hubiera regalado algo que no quisiera.

PRIMAVERITIS dijo...

aliere: esta dieta no dice casi nada del agua, bueno, es que no es una dieta estricta como las que te dicen lo que tienes que comer y beber cada diez minutos, esto es un plan de alimentación que te da guías nutricionales y luego tu eliges, pero yo personalmente soy una yonki del agua, bebo entre dos y tres litros diarios porque me gusta, me levanto y me lanzo a por el primer vaso por sed, el segundo para pasar las semillas de lino, el tercero con el multivitamínico y luego el tazón de te, vamos, que ya salgo de casa con un litro de agua en la tripa, y sigo así todo el día con el botellín en la mano.
como es por gusto no creo que te ayude, lo siento :)
por cierto, Aliere, a ti me voy a molestar en contestarte, eran las nueve de la noche y no podía andar sacando al gajito de la cama para arrastrarlo a encontrar a alguien a quién le apetecieran los pasteles, tan simple como eso.

aliere dijo...

Hola Primaveritis, muchas gracias por contestarme a las dos cuestiones. Sobre el agua... buf qué suerte, yo lo paso fatal. Te escribo ahora mismo con la botella a mi lado y me siento repleta habiendo bebido sólo la mitad :( Creo que mi salvación serán las infusiones y calditos.

Sobre lo segundo gracias por contestarme también. Comprendo más las circunstancias (sé que lo habías dicho, pero no me acordaba de que era por la noche) y supongo que se estropearían como dices. No sé, la verdad es que mira que he comido pasteles, pero en la vida había oído hablar de pasteles capuchinos. Tal vez aquí se llamen de otra manera.

El Gordo Cabrón dijo...

La mayoría de médicos, o por lo menos los que no van a comisión de font vella, recomiendan beber el agua que te pida el cuerpo. Beber agua de más generalmente es perjudicial y andar por la vida paseándose con una botellita como si así fueras más sano es ridículo.

En cuanto a los pasteles, se mitifica mucho que sean comida. Pero son pasteles, no un paquete de arroz. Pasteles=lujo, aunque se coman, son un capricho en primer lugar, no comida. Y con los lujos se hace lo que se venga en gana. Sólo tenéis que pasear un dia por una lonja o por el mercado para ver la cantidad de comida que se tira. La comida que se produce aquí se come aquí y no tiene repercusión en el tercer mundo porque enviarla en más caro que fabricarla allí. En realidad, hay la mínima posibilidad que para fabricar esos pasteles se haya comprado algún ingrediente al tercer mundo, así que más que una ofensa es un favor el comprarlos. E incluso no veo la diferencia entre comprar dos pasteles y comértelos o comprar dos pasteles y tirarlos a la basura o metértelos por el culo. El gasto es el mismo y las consecuencias son las mismas (en realidad peores, porque siendo obeso comer pasteles es perjudicial para tus arterias, y tu coco, sobretodo si estás a dieta).

Es bastante cínico valorar negativamente a una persona que hace el esfuerzo de no comerse unos pasteles que le encantan y para los que no hay una alternativa de uso.

Supongo que todos los que lo critican siempre reciclan, la ropa que les queda pequeña la dan a la parroquia y llevan coches híbridos, o mejor aun, van en bicicleta por la vida. Recuerdos a vuestros niños apadrinados.

B.B. dijo...

Me gusta leerte, aunque estoy a kilometros de tu pensamiento y forma de ver la cosas, pero me pareces agradable. Hasta ahora. No tomes las maneras de tu amiga Amanda, la prepotencia no es buena consejera. Relajate.

aliere dijo...

Vix tengo que beber 1'5 litros de agua como mínimo por prescripción médica por un problema de salud ajeno a cualquier dieta y no, no se lleva comisión de fontvella, es que yo habitualmente bebía un vaso de agua como mucho al día y eso te reto a que encuentres un médico que te diga que es lo más saludable.

En cuanto a los pasteles a cada cual su conciencia le dice dónde está el cinismo, la mía me dice que el heroísmo es no comérselos, no el hecho de tirarlos, y ya he comentado mi punto de vista sobre el hecho de que por tener una opinión diferente ahora resulta que sólo puedes mantener que no te gusta tirar comida si eres Santa Ecología. Me pregunto quién critica más a quién.

Ah, y sí, la ropa que me queda pequeña la doy a la parroquia desde que era niña o a la ONG con la que colaboro, pero sólo si no está muy vieja o rota. Fue fantástico ver a otros aprovechando camisetas que ya no me valían pero estaban casi nuevas.

El Gordo Cabrón dijo...

claro, aliere, y el 99% de la población es como tú, por eso en el mundo no hay guerras ni hambre y todos somos felices.

evidentemente si tienes que beber agua por prescripción médica no tiene nada que ver con lo que yo comento, que es gente que se pasea por la vida con su botellita de agua porque los anuncios de fontvella dicen que así serás flaca y saludable.

también supongo que habrás entendido a la primera que nadie cree que lo heróico sea tirarlo a la basura sino no comerlo. pero si no te lo vas a comer y nadie lo quiero no creo que hay muchas soluciones más... a lo mejor lo puede secar y guardarlo en una cajita con pétalos de rosa... sí! eso sería lo más ético que puedes hacer con un pastel que no quieres ni quiere nadie.

entiendo también alliare que siempre te comes todo lo que te ponen en el plato, sea lo que sea, incluso si no te gusta, y que lo rebañas bien con pan hasta que brilla.

primaveritis, cuidado que se empieza tirando a la basura dos pastelitos y se acaba robando en el corte inglés y aparcando en plazas para minusválidos.

y repito, no todo lo que se come es comida.

PRIMAVERITIS dijo...

Bueno, venga, paz, que nos hemos liado con una tontería.
ya me voy a currar un post en condiciones sobre el tema que veo que es interesante.
By the way, estoy absolutamente de acuerdo con Vix, los pasteles no son comida, son un chantaje afectivo pero también entiendo la posición de Aliere, nos han educado para ese punto de vista desde el primer potito.

Don Peperomio dijo...

hambree....

Don Peperomio dijo...

hambree....

Don Peperomio dijo...

hambree....

Don Peperomio dijo...

hambree....

marian dijo...

Qué buen debate! y como pasa tantas veces, todos tienen su punto de razón.

veo que apareció BB criticando a Amanda en otro blog que no es el de Amanda...¿?

Un saludo y Primaveritis, haz un post de esto porque es un tema que da y mucho.

Un beso

aliere dijo...

Vix no pretendo que nadie sea como yo, de hecho no he puesto etiquetas a a la gente ni he ido por ahí mofándome de ella como tú sí has hecho conmigo. Simplemente me limité a decir lo que yo hubiera hecho en su lugar sin tener en cuenta ciertos condicionantes en los que luego me ha hecho caer primaveritis. Y mi capacidad de compresión lectora creo que me alcanza para comprender las cosas a la primera, pero gracias por preocuparte.

Sobre el otro tema lo que me parece normal es servirte en el plato sólo lo que vas a comer. De hecho me pone del hígado la manía de la gente cuando vas a sus casas de seguir sirviéndote cuando dices basta. Si cocino yo no suelo hacer cosas que no me gusten, así que no tengo esa clase de problemas. Y si ha cocinado otra persona mucho menos se me ocurriría no comerme lo que me ponga, encima que me ha librado de hacerlo yo con la pereza que me da.

En una ocasión llegué a comer cosas que jamás creí que sería capaz de tragar y que me dan un asco increíble, como intestinos o corazón de oveja cocinados en un hoyo en el suelo, pero no fui capaz de despreciarlos cuando para quienes me lo estaban dando era un manjar y me lo ofrecían con toda su ilusión. De todas formas no sé qué tiene esto que ver con el tema, ni con robar en el corte inglés, pero bueno.

Pienso que son formas diferentes de ver las cosas y que es cierto que influye la manera en que nos han educado, pero creo que también marcan un poquito las experiencias que tú hayas vivido.

Melora dijo...

Ostras, por dos pasteles !!!
Mira Primaveritis, yo solo te digo una cosa... la comida no se tira ? a lo mejor, también hay que ser amable con todo el mundo, dar los buenos días, dar las gracias, ayudar a todos los que se cruzan por nuestro camino, devolver el libro en la biblio el dia que toca, ceder el asiento en el autobus... Todos los que han criticado tu acto ¿hacen todo eso también y más ?
Quien esté libre de culpa ....
Tú cuidate y haz lo que consideres mejor para ti, eso te hará sentir bien y a su vez que des mas cosas buenas al mundo y lo hagas mejor...
Mil besos
Mel

Aprendiendo... dijo...

Jo, como mola el debate: los pastelitos de la discordia...! :)

El Gordo Cabrón dijo...

A ver, que yo sepa, cuando vas a un restaurante (a alguno irás alguna vez) te traen el plato montado. No les dices "ponme sólo una pechuguita". Y te ponen la misma cantidad a tí, que a mi que soy obeso, que al vecino del tercero, y tengo claro que no todos comemos lo mismo ni tenemos la misma hambre. ¿Consideras que lo correcto es que todos nos acabemos toda la comida que hay en nuestros platos aun sin ganas o sin hambre para que no vaya a la basura? ¿Por qué crees que es mejor que una persona obesa coma contra su propia salud antes que tirar algo a la basura que le va a hacer daño y que no hay forma de aprovechar?

Estoy de acuerdo en que la comida no se debe tirar a la basura, pero tampoco hay que dramatizar, y hay ocasiones en las que es el mejor sitio que se le puede encontrar. En mi caso personal, si soy gordo es en parte por lo que me cuesta tirar la comida a la basura, porque por no tirarla acabo comiéndomela. Y no sirve hacer cantidades exactas, porque yo me pongo en mi plato lo que me quiero comer y en el de mi mujer lo que se quiere comer ella, pero si luego ella se deja una parte me la acabo comiendo yo porque no quiero tirarla. A tí te parecerá que soy un heroe por no tirar ni mi comida ni la suya, pero a mi me parece que me equivoco y bastante si con eso me provoco una obesidad mórbida y la posibilidad de dejar a mi hija sin padre antes de lo previsto.

Disculpa por el tono vacilón de mi anterior mensaje.

aliere dijo...

Gracias por las disculpas, aceptadas :)

Tema restaurantes, pues mira, ahí me siento bastante menos obligada que cuando voy a casa de mi suegra y me echa dos cucharones más de cada cosa (el truco tengo observado que está en decir que no quiero más mucho antes de cuando tenga el plato como a mí me gusta). Ahí lo siento pero yo aplico el principio de quien me regala comida que yo no me puedo comer: es su responsabilidad, no la mía.

Así que me sirvo en mi plato lo que voy a comer, como hago en casa (me gusta más coger un par de tapas para dos que ir de menú porque realmente no me como ni la mitad pero bien que lo pago), y el resto de comensales que decidan por sí mismos. Algo que solemos hacer en esas típicas comilonas familiares es no pedirles el menú para los críos, sino unas croquetas, unos embutidos o algo así y el resto ya comen del menú general. Aún sobra, pero no tanto como si todos pidiéramos un menú cada uno, que entonces ya te traen en un jabalí por una pata, al menos donde soy yo, que es habitual poner raciones gigantescas.

Me parece bien no dramatizar, ya rectifiqué cuando primaveritis me aseguró que no había otra salida y ninguna de las que yo le había propuesto era viable. Si no se puede no se puede hacer otra cosa, es el mal menor y la heroicidad seguiría siendo no comérselos en lugar de fingir que lo haces por pena y porque no sobren, estoy totalmente de acuerdo contigo. Supongo que me pareció tan raro lo de tirar unos pasteles que te acaban de regalar y que nadie los quisiera porque en mi familia no te preocupes, que ya vendría alguno de mis hermanos detrás a acabar con ellos tarde o temprano y no, no les importaría lo más mínimo que estuvieran secos o fueran del día anterior. Son unas limas (yo también, pero intento serlo menos ;) ).

Astarté dijo...

Jolín, qué movida! Yo sólo venía a agradecerte la visita y a darte ánimos con tus tentaciones. Sospecho que yo también tengo algún punto de adicción a la comida por lo que entiendo perfectamente el aspecto heroico de tu decisión. Con un par. Cierto es que me eduqué en la idea de que tirar comida a la basura es inmoral pero mira, no vamos a recurrir a la filosofía kantiana para resolver este conflicto. En su día yo tiré a la basura, previo paso por el grifo, un cartón casi entero de Nobel. No era comida, pero sí eran casi veinte euros en tabaco. Preferí destruirlos a tener la posibilidad de recaer, así somos los adictos. Si alguien sugiere alternativas más éticas a mi acción le diré que ya consideré todo lo que había que considerar, tomé esa decisión y no me arrepiento. La catadura moral de cada uno es un asunto complejo y difícil de juzgar por cuestiones tan aisladas.

Lo dicho, nena, gracias por comentarme y vamos a por otro kilo. Te enlazo. Beso!

teatrera dijo...

Aunque jamás en la vida he hecho dieta ni nada parecido, creo que no habría sido capaz de actuar como tú.

Estas en el buen camino.
Menuda fuerza de voluntad