DESEOS

Creo que es mi primer recuerdo a todo color, los anteriores siempre están rodeados de una neblina que me impide ver los detalles, pero este tiene la nitidez de los instantes decisivos.

puedo ver el cuadro completo, tendría unos seis años y estaba con mi amiga del piso de abajo que era un año mayor que yo y por ello depositaria y transmisora de toda la sabiduría de un mundo misterioso y lleno de magia, atrapamos una sombrilla de polen, ya sabes, esas cositas blancas que vuelan en primavera en la ciudad y que a los mayores les provoca alergia y ataques de limpieza doméstica, era un día luminoso y nosotras jugábamos en el jardín, nos habíamos protegido de los chicos en la sombra de los portales y desde nuestro rincón los veíamos correr con las bicis mientras su ángel de la guarda hacía malabarismos para evitar un despido fulminante por fallecimiento del protegido, mi amiga me explicó que si soplabas la sombrillita y se alejaba volando te serían concedidos tres deseos, cogió una y con los ojos cerrados formulamos nuestros más profundos deseos.

Recuerdo que el primero era no mearme en la cama por las noches, lo logré con unos doce años, también pedí ser delgada, lo he logrado a los 36, mi tercer deseo está oculto en algún rincón de mi mente, no logro recuperar qué era tan importante como para unirlo a los dos grandes logros de mi vida, y me alegro, así puedo creer que todavía me queda un gran reto por el que seguir viviendo.