16.5.06

COMPROMISOFÓBICOS

No puedo resistirme a copiar unos párrafos del libro que estoy leyendo, la cita es textual aunque no la reproduzco ni íntegra ni exactamente en el orden en el que aparece en el libro, sin embargo creo que me he mantenido fiel al espíritu acortando sensiblemente el texto

Por supuesto, y a efectos prácticos, el género puede cambiar de femenino a masculino sin variar el contenido, en esto, somos mucho más iguales de lo que queremos admitir:

“Hay quien dice que esta compromisofobia nos afecta a aquellos que fuimos emocionalmente heridos antes de tiempo, el trauma es tan grande que nos impide volver a entregarnos, y si nos encontramos con la posibilidad de volver a amar, que lleva aparejada la posibilidad de volver a ser traicionados, abandonados, activamos nuestro mecanismo de defensa.
Por eso es más fácil amar en el territorio del deseo que en de la realidad, y por eso resulta más sencillo amar a una construcción virtual que a un ser de carne y hueso, tú sabes tan bien como yo que hay tantos hombres ahí fuera que bastaría extender la mano para hacerse con uno, pero falta valor para abrirles la casa. Al fin y al cabo, la vida de la compromisofóbica no es dura ni requiere de especial adaptación, las parejas se van sucediendo en una razonable monogamia sucesiva aunque al cabo de un tiempo una diga que lo que está viviendo no es ni de lejos ese Amor Verdadero al que de verdad aspira. Paradójicamente, esta obsesión moderna por el Gran Amor, el Único, el Irremplazable, sirve de excusa perfecta para rechazar el amor cuando éste se presenta pues ningún gran amor se ajusta al ideal de perfección que todo Gran Amor postula y necesita”

Lucía Etxebarría, del libro de cuentos “Una historia de Amor como otra cualquiera” el titulado “un corazón en el techo”

Y si alguien tiene algo que añadir, ya sabéis dónde escribir.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me tienes que dejar el libro, aunque odio que se dediquen a fotografiarme tan claramente.
En mi caso, no creo que haya heridas pasadas, puesto que nadie me ha hecho daño (suerte o buen hacer, quién sabe, yo creo que lo segundo) pero ¡¡la fobia al compromiso es una evidencia!!
El otro día pensaba que tengo 31 años y que MI VIDA ese lejano horizonte que uno se imagina siendo adolescente, se supone que ha debido empezar ya y que debe ser ésta.Sin embargo, me las apaño para que todo en mi vida sea provisional,la ciudad provisional ahora que es el exilio o la de antes, la casa, provisional, las probables relaciones me gustan más si hay posibilidad cero de compromiso, el trabajo, provisional aunque debería estar encantado y esposándome a la silla, todo, todo provisional.
Así que en el tren que me devolvía del exilio me llamé a mi mismo infantil y cobarde, y casi me obligué a decidir algo en algún sentido...pero no lo hice, porque en el fondo me encanta creer como a todos, que tenemos todo por delante y que todas las opciones siguen estando disponibles.Aunque sea mentira.

Anónimo dijo...

Es que Lucía, es mucha Lucía!!!

Anónimo dijo...

Pido el post del dentista... que mejor manera que espantar nuestras fobias que enfrentarnos a ellas??
Besos

PD) Pa cuando me toque ir al dentista, ya sé con quién haré terapia!

Anyeloso dijo...

Lo que más me gusta del texto es lo de "Por eso es más fácil amar en el territorio del deseo que en de la realidad". Eso creo que nos lleva muchas veces a confundirnos y no valorar en sus justos términos lo que tenemos en el momento presente. Lo que "puede ser" siempre es superior a lo que "es" (salvo en el caso de los muy agoreros). Estoy de acuerdo con exiliado que nos cuesta pensar que lo que somos hoy es lo mejor a lo que podemos aspirar y por tanto nos viene bien pensar que por delante estará el mejor amor, el mejor lugar, el mejor trabajo, el mejor, el mejor. Incorformismo permanente e insatisfacción duradera. Haremos lo que podamos ...

PRIMAVERITIS dijo...

Exiliado, cuando quieras te paso el libro aunque te aviso que es un párrafo escogidito, y ya se que mal de muchos consuelo de tontos pero yo también vivo en la provisionalidad, y tengo mucho más delito que tu. por cierto, ya te puedes imaginar en quién pensaba como compromisofóbico, que tal, ¿te cuadra?
Mistica: pues si, mucha lucía.
Vienmay: el dentista es un trauma cerrado hasta la próxima, passo de hurgar en la herida, literal.
anyeloso: y eso que tú eres de lo más centrado que conozco, claro que Dios los cría y ellos se juntan, igual sólo conzco compromisofóbicos e insatisfechos permanentes.
A todos: De verdad creéis en El Gran Amor o deberíamos quitarnos esas tonterías de la cabeza?

Anónimo dijo...

Yo si que creo en El Gran Amor, ya lo creo que creo.
Aunque muchas veces tenga que hacer un esfuerzo contínuo y agotador para no meterle el dedo en el ojo y entonces se convierta en El Mediano Amor, o en El Puñetero Amor, o en El Evasivo Amor...vamos que va a ser verdad eso que me dice mi Gran-Puñetero-Evasivo Amor que las cosas no son cómo son, sino cómo nosotros queremos verlas. Yo creo en él, aunque me lo ponga siempre tan dificil. Pero el esfuerzo contínuo me ayuda a superarme...o a cabrearme y echarlo todo a perder cuando dejo de concentrarme en la realidad que me gusta, o mejor ¿en la que necesito?. Sólo debería mantener la calma y todo iría sobre ruedas...¿Aunque entonces ya no sería El Gran Amor, no? Estoy hehcha un lío.

gianis dijo...

dios mío, en vez de comentarios escribís tesis doctorales.