15.5.06

UNIDOS PARA SIEMPRE

Estaban predestinados desde el día en que nacieron, un hada madrina había tocado sus blandas frentes de bebés y les había impreso al uno el nombre del otro y una fecha para el encuentro, un 20 de Febrero

Cuando llegó el día ella se había convertido en una jovencita francamente de muy buen ver, estaba acabando Derecho y sus padres estaban tan orgullosos de sus notas, de sus rubias mechas y de su tipo fino que preferían ignorar el hecho innegable de que a sus 23 años su niñita seguía sin novio, aún es joven, decía su madre a las vecinas mientras en secreto consultaba las novedades de Pronovias.

El rondaba los cuarenta, muy bien conservados, eso si, desde el divorcio había vuelto a frecuentar el gimnasio, se había teñido el aún abundante pelo e incluso había aprendido a cocinar algo más sano que los bocadillos de chorizo que solían ser su cena en la lejana juventud. Las gemelas no habían notado el cambio, a los seis años no te fijas en el diámetro de la cintura de papá, pero las dos estaban más relajadas, ya habituadas a la rutina de deberes con mamá y fines de semana con papá,

Esa mañana ella se vistió pensando en la fiesta de la noche, la despedida de soltera de una vieja amiga del barrio, no es que le apeteciera mucho pero se sentía obligada

El no se podía quitar de la cabeza el impagado de un cliente que había desequilibrado su cuenta justo cuando tenía que pasarle la pensión a su mujer, tendría que llamar para dar la noticia de que este mes se retrasaba, ya podía oír la retahíla de lloros y recriminaciones que tendría que aguantar como paso previo a poder recoger a las nenas, y eso que su ex no sabía que en realidad las nenas iban a pasar la noche con su abuela porque él tenía plan con los compañeros del curro.

Camino a la facultad ella iba escuchando a Sabina, realmente el cargador de Cd’s que le habían instalado en el Astra rojo regalo de cumpleaños sonaba de maravilla.

El también escuchaba a Sabina aunque en formato casette, el coche, viejo y de segunda mano no daba para más,

Pensando en el examen de la tarde ella no vió el Stop

El aceleró al ponerse el semáforo en ámbar

Al día siguiente la foto del choque salió en primera página del diario local.

En las páginas interiores, dos esquelas rogaban nuestras oraciones por el eterno descanso de sus almas, unidas para toda la eternidad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que triste el relato...que pena...

gianis dijo...

que historia de amort más bonita

Lúzbel Guerrero dijo...

De uno u otro modo, siempre nos encontramos. Lástima que en este caso , el encuentro sea definitivo y sin los prolegómenos, que es lo más interesante del amor.
Pessoa dijo algo como que: la verdadera magia no estaba en el amor sino en sus arrabales. Buenas noches.

marga dijo...

Impresionante el final... me he quedado ADONADADA, ANODANADA... leches ANONADADA!