2.6.06

DOBLE CONTABILIDAD

Se acostumbró a llevar una doble contabilidad, los libros oficiales eran claros y cuadraban, tres preciosos niños, de cinco, tres y dos años, un esposo guapo y encantador, un cómodo trabajo de de ocho a cuatro, una casa razonablemente limpia, una vida ordenada.

Solo ella conocía la contabilidad B, esa en la que apuntaba meticulosamente todas las horas extras no remuneradas, los tres cuartos de hora matutinos de preparar desayunos y carteras mientras la familia dormía, la media hora del café invertida en hacer la compra, la hora larga de hacer coladas y lavavajillas una vez acostados los niños, los zafarranchos de los sábados, cocinar, planchar, limpiar cristales, aprovechando que los niños estaban jugando, le salían unas dos horas diarias, más los fines de semana eran quince horas semanales, trece semanas al trimestre 195 horas, cuatro trimestres al año suponían un superávit de 780 horas, y eso sin contar imprevistos.

780 horas anuales de trabajo doméstico no remunerado, no reconocido, que ella decidió contabilizar cuidadosamente en la columna del debe, esperando el momento de rellenar el haber.
780 horas divididas en jornadas de 24 horas le salían 32 días y un pico.

Cuando le propuso quedar en un pueblecito de la costa para cuatro días de amor sin niños, sin compras, sin plancha, él se sorprendió al principio, pero luego cedió ante la perfecta organización, los pequeños colocados con los abuelos, la casa limpia de antemano, comida preparada en el congelador, en el trabajo le debían días de vacaciones, la casita se la prestaba una amiga, de amor, de deseo, de hambre de caricias y de conversación andaban los dos más que sobrados después de seis años sin una sola escapada.

Preocupado por que ella no acabara arrepintiéndose, y pese a que sabía perfectamente que nunca había pedido permiso a nadie, le preguntó si su marido se lo iba a permitir

Ella le contestó que no se preocupara, que le debía 32 días sólo de ese año y que era hora de cobrarlos.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Te acabo de encontrar, desde tu comentario en amanda. Me he leído tu primer post, y ya me gusta la manera de plantearlo.

Aunque eso si, yo no contabilizaría las horas de trabajo doméstico, sino las horas de cariño no devuelto... ya que de todas todas, las tareas de casa las debía hacer igual, viviendo sola....

Solo es otro punto de vista mas...

Muakssss

INMA VALDIVIA dijo...

Te llevo leyendo desde que te encontre en El escritor.
Sigue, sigue. Me gusta como lo haces, con ese bocado final que dejas en todos los post...

Muy bueno. ¡Estupendo!

Unknown dijo...

Lo cierto es que no sabía en cual de los posts de tu blog debía poner este comentario, porque lo que voy a decir es fruto de la lectura global del mismo.

En primer lugar no quisiera ser malinterpretada: no sé nada de tu vida, sólo lo que has querido dejar caer por aquí y aunque no tengo derecho a juzgar nada de lo que nadie hace (como no consiento que nadie juzgue lo que yo hago porque es fruto de mi trayectoria vital y de mi genética y educación) sí creo contar con tu consentimiento tácito para hacerte llegar el efecto que tus palabras han provocado en mí. No puedo evitar verme mediatizada por mi experiencia personal en una situación similar a la que pareces vivir, aunque yo he estado en el otro lado. Yo he sido la que ha vivido las consecuencias de una infelicidad nunca comunicada. No sé cómo es tu vida de pareja, si le has dicho a tu marido cómo te sientes respecto a tu vida. Tu hijo es demasiado pequeño para ser preguntado, me temo, pero no creo que en este caso su opinión deba ser tenida en cuenta, es un asunto de dos, exclusivamente de dos, y si, por lo que he leído, nunca se va a ver privado de vuestro amor hacia él, entonces no te preocupes por su futuro, será un niño feliz si os ve felices a ambos y no tiene dudas de vuestro amor por él. Lo que me preocupa es tu pareja. Lo siento, pero no me parece justa la infidelidad. Si una relación vale mínimamente la pena se debe luchar por ella hasta el final, no empezar ya a mirar fuera. Debes decirle que no eres feliz y por qué, para darle la oportunidad de luchar por vuestra relación si así lo desea. De esta forma es como se debería vivir una relación: implicando a los dos elementos que la forman hasta el final. Cuando seas consciente de que no cubre tus expectativas porque no quiere luchar y no te da lo que necesitas, es entonces cuando debes decirle adiós, y reconducir tu vida. Otro tipo de comportamiento sólo acarrea más infelicidad, para ambos.

El diálogo es fundamental, debemos hacerle saber a nuestra pareja cómo nos sentimos, porque es un proyecto en común en el que estamos involucrados, no una actuación unilateral. Sólo se convertirá en ello cuando todos los esfuerzos porque funcione hayan sido en vano. El silencio es el peor enemigo de una relación de pareja.

Perdona por meterme en donde no me llaman. Pero es que ojalá me hubieran dado a mí la oportunidad de salvar mi pareja cuando todavía podía hacerlo, y no encontrarme con un hecho consumado cuando era demasiado tarde: no fue justo.

Un beso

Susy dijo...

hija, me estás acomplejando. Ya no se si es que soy aviesa, torpe o, sencillamente retorcida en mis relatos jajajaja.

Es que me está empezando una depre... dime de verdad si es que no los entiendes o que de que???

No creas, yo te leo y vas más o menos por el mismo camino que yo...

Venga, besos y besos.
A ver si me aclaro yo.

Susy dijo...

Claro que no es un relato descriptivo al uso el mio por lo general. Se parece más a los datos que desde fuera se dan sobre algo interno, quedando el entorno sin relieve alguno.
También, es verdad, no suelo abrir ni ubicar ni cerrar las historias precisamente por que cada cual puede hacerlo a su antojo.
La cosa está ahí.
De todas las formas, no creo que sea abstracto pero, claro, es una forma de verlo yo.
Si primaveri, soy española pero eso no quiere decir que se beba de las mismas fuentes a la hora de recrear.
Por ejemplo, yo tuve años que me dediqué a la literatura francesa del S.XVIII y a los autores rusos.
Y luego, me volqué en los alemanes austríacos.
A estos últimos, pensando en lo que me dices, quizás, les debo esa forma de contar. Como T.Berhard, B.Strauss o P.Hanke.
Gracias por tus apuntes, te comprendo perfectamente, creo, yo también y me parece interesante y muy bueno que estos y otros debates se abran entre nosotros, los amigos que compartimos cositas de nuestros rincones.

Un abrazo.

Susy dijo...

jajaja, el mio tampoco es para leer originales en aleman.
Te cuento,
el traductor de casi todos los escritores en lengua alemana al español es Miguel Saenz que está casado, precisamente, con una austríaca.

Si quieres te mando referencias de los autores que te digo. Que difíciles son eh? pero como te atrapen...

Un abrazo muy fuerte.

Susy dijo...

De interesarte, te lo mandaría por correo para no aburrir al personal.

Venga, ya sabes.

Anónimo dijo...

¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¡¡??????????????????????????
No entiendo nada...

Anónimo dijo...

Me parece que hay mucha susy por aquí, y sigo sin entneder nada.

Anónimo dijo...

vaya forma mas etica d cobrarse los dias