11.7.12

PRIMERO MIRAR, LUEGO MOVERSE

Vuelta de tres horas de ruta ciclista montañera, felices por el esfuerzo realizado, sedientos, algo cansaditos y, desde luego, con la atención bajo mínimos, entrada en la ciudad por un carril bici pensado por algún atontado que jamás ha ido en bici, diseñado en zigzag con cambios de pavimento y protección y bien pegadito a la calzada, furgoneta que de repente se arrima a la derecha y casi antes de parar abre la super puerta una señora entradita en carnes que sin mirar se baja corriendo que por lo visto llegaba tarde al bus
Menos mal que yo iba la primera y estoy acostumbrada a circular por ciudad, si llegan a ser mis compis que van más rápidos y más despistados se tragan la puerta, a la gorda y encima acaban en juicios, seguro.
Lástima que mi alarido y rapidez de reflejos no impidió que tres ciclistas por detrás el clavito, asustado porque me vió incrustada en la portezuela y ya veía hasta el salto que iba a dar por encima de la furgoneta con bici y todo, se despistó y en uno de los zigzags del carril se comió el bordillo
Rueda a freir monas, patilla del desviador rota, rodillas, espinillas, codos y brazo sangrando escandalosamente, el meñique luego vimos que hacía un giro extrañísimo.
La señora, como si no fuera con ella, al menos hasta que un compañero le dió claras explicaciones de lo que había provocado con su imprudencia mientras los demas desinfectábamos, vendábamos y reparábamos la bici y al ciclista.
Amiguitos, recordad y decídselo a mayores y descendientes, primero se mira y luego uno se mueve, no al revés.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

«La gorda», tiene gracia: hace nada tú lloriqueabas por este blog debido a tus kilos de más...

El Gordo Cabrón dijo...

Entre ciclista que van por la calzada como si no existieran los semáforos y peatones que van por el carril bici como si no existieran las bici, mal vamos. Al anónimo, nunca en un problema llamar a las cosas por su nombre: si la señora es gorda, pues es gorda. Que uno haya sido antes -o ahora- también gordo no le impide señalar, más bien al contrario, le autoriza para hacerlo.

PRIMAVERITIS dijo...

Anónimo, nunca me he cortado en definirme a mi misma como gorda, ¿por que debería negarle el adjetivo calificativo a otra persona? por otra parte en ese momento de urgencia lo primero que pensé fué precisamente que sus mollas iban a acolchar el impacto, vamos, que gorda era un adjetivo muy halagueño para la situación.

Anónimo dijo...

vix, a ver si ahora resulta que el caos de tráfico y los accidentes los están provocando los ciclistas y los peatones,

un poquito de porfavor...

Anónimo dijo...

Lo de gorda era innecesario.

Anónimo dijo...

Lo de gorda es lo que era.
Que os quedáis con lo que os da la gana.
Y nadie preguntó si los damnificados están mejor después del accidente.
Nadie respeta las normas de circulación ni usa el sentido común.
Ni coches ni ciclistas ni peatones ni mamás con carricoches.
Una mamá gorda.
Elly

Euclides dijo...

En esencia el problema esencial vuelve a ser que entre predicar las bondades del ciclismo y adaptar la ciudad y las vias para que se pueda circular en bicicleta hay un abismo que se mide por el grado de palurdicia de los responsables políticos y su aversión a la bicicleta (el coche oficial es más molón) fuera de actos como el dia de la bicicleta en el que pueden hacer el ridículo y posar para la foto como si tal. Por eso lo que hay se diseña tan bien cuando lo hay (en mi ciudad, desde luego no). La falta de educación vial de los demás es otra pieza más del puzzle; lo agrava todo.

El Gordo Cabrón dijo...

Pues en Barcelona ciclistas y peatones tienen mucha culpa del caos circulatorio. Es lo que tiene que haya más turistas que habitantes (peatones, mirando para el cielo y cruzando sin mirar), y más bicicletas que en ninguna otra ciudad española sin haber todavía un conciencia al respecto.

Susana dijo...

Me alegro de que no pasara nada grave. Un beso.